Fue un niño y adolescente atípico que, en lugar de historietas, leía a Max Weber y Rousseau. Estudiaba en un colegio privado (Santa María) pero sus amigos eran los hijos de los guardianes. Vivía en una bonita casa en la calle Los Laureles, en San Isidro (el distrito más caro de Lima) y sin embargo paraba en Lince. Recorría en su bicicleta las calles de ese otro distrito, de gente menos pudiente que el suyo. Le gustaba visitar el mercado y comprarle rosquillos en almíbar al simpático dueño de una camioneta blanca Volkswagen que se estacionaba siempre en el mismo lugar, entre las calles Julio C. Tello y Pumacahua. A los 17 años, aún no había sacado su libreta electoral pero ya tenía su propia banda de rock. Era el líder y vocalista principal del grupo “Imágenes”, hasta que el actor Diego Bertie lo sustituyó cuando Gastón tuvo que abandonar el conjunto para dedicarse de lleno a sus estudios.
A pesar de los deseos de su padre de verlo convertirse en abogado, abandonó la carrera de Derecho en la Universidad de Lima y se marchó a Paris -la meca de la cocina en el mundo- donde estudió alta cocina en Le Cordon Bleu luego de abandonar –una vez más a escondidas- la facultad de Derecho en la Universidad Complutense de Madrid. Fue ahí donde conoció a su esposa alemana, quien tras abandonar su carrera de medicina, decidió convertirse en chef. ahora junto a ella, tienen dos hijos: Ivalú y Kiara.
me parece muy valiente de su parte el haber desafiado a su papá e ir por el camino de la gastronomía, cuando en essa época la carrera de cocina no era visto como algo lucrativo. siempre hay que valorar el esfuerzo de las personas que siguen sus sueños y no se detienen hasta lograrlo.
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